RADIO ZAPOTE asistió a la celebración de dos, Ome Tochtli, el día 4 de febrero de 2024, agradecemos la invitación que nos hizo
ESCUELITA TLAXIQUE TOPILEJO
Fue un día emocionante pues implicó salir del gris de la ciudad para entrar al verde y los otros colores de la montaña, este espacio al que la Dra. Molinari (quien es colaboradora de Radio Zapote) y ya ha apoyado desde el manifiesto pulquero. Estar aquí es sentirse en una zona de desarrollo próximo para entender de la vida sagrada del maguey y para explicarlo mejor entre otros materiales nos enseñaron la “Lotería Pulquera”
Ya que la Escuelita Tlaxique ha buscado herramientas y canales de aprendizajes desescolarizado para entender la ritualización y la información detrás también, de la bebida considerada de los “dioses”, el “Octli ó Pulque”, material que de forma nutritiva o medicinal tenía muchos usos en la antigüedad, ya que la planta no genera ningún desperdicios y toda ella da beneficios.
Imagen lamina 25 del códice Vindobonensis y códice Laud lamina 16
A partir de entender en principio las coordenadas del calendario solar Calpohualli y poniendo atención al mito del elemento lunar del conejo que vive en la luna, y también a los 400 hijos de la diosa Mayahuel que significan personalidades o múltiples estados de embriaguez asociadas a la bebida del pulque, escuchamos atentamente como la bebida ancestral en el mito de culturas originarias del centro del país está asociado al animal de conejo que remite a fertilidad, abundancia, lo prolífico, la buena suerte.
La referencia a “Dos conejo (Ome Tochtli)” está identificada con una dualidad que tiene como origen la planta del maguey y los usos que de ella se hacían, ya que en las cosmovisiones mesoamericanas cada parte de la planta tenía usos desde la vida ritual hasta la cuestión profana de la vida cotidiana (las fibras se utilizaron para hacer tejidos resistentes, la medicina era el agua miel que vive en el corazón del maguey, y las pencas se usaron en cocina y en construcción).
Hemos saboreamos del proceso natural específico de fermentación que da el pulque, mientras se escuchaba el sonido de una trompeta hecha con el quiote de un maguey y así se hizo ceremonia de agradecimiento a la tierra y se hizo un recorrido por tinacales y se visitó líneas de magueyes muy grandes que en los últimos años sirvieron para hacer pulque pero que por su edad ya estaban agotados.
Fue así como entre música y el sonido de la pirotecnia de cuetes se dio aviso que lo sagrado estaba ya comenzando y se relacionó la tierra con el cielo.
Se habló por medio de las tarjetas de nombres de objetos, espacios y alimentos relacionados con la cultura de la ingesta de la bebida desde tiempos de ritualidad estricta hasta las pulquerías de siglo XVI hasta nuestros días.
Imagen de mural de los bebedores en Cholula Puebla
Y antes de retirarme una abuela recordó el mito que relaciona a Mayahuel con
Quetzalcoatl:
Había una vez… Cuando el inicio del mundo, se juntaron los dioses y en ceremonia entregaron a la humanidad toda, frutos, flores comida pero se dieron cuenta que no sería suficiente. Hacía falta algo que brindara alegría, pasión. Ehécatl- Quetzalcóatl (El Señor de los vientos y Serpiente Emplumada), recordó entonces a Mayahuel (Fuente Sagrada), una hermosa e inteligente diosa agrícola a quien fue a consultar para encontrar una solución. Mayahuel era además, parte de un selecto grupo de vírgenes custodiadas por la abuela Tzitzímitl, (Demonio celestial de la Oscuridad que intenta impedir que salga el sol), quien tenía prohibido a ella y sus hermanas salir sin su permiso, a riesgo de perder la vida como castigo al desobedecerla. Ehécatl llegó cuando todas dormían y despertó a la bella Mayahuel sin hacer ruido. Le explico los motivos de su visita y la convenció de acompañarla al mundo para hacer felices a los hombres. Al llegar a La Tierra, justo en el instante en que ambos tocaron el suelo, se convirtieron en un grande y poderoso árbol de sauce con dos ramas. Cuando la abuela Tzitzímitl despertó y no vio a Mayahuel, llamó a las otras vírgenes, para que bajaran a la tierra y le ayudaran a buscarla. Cuando la abuela, descubrió a su nieta como una rama, el Quetzalhuéxotl- Xochicuáhuitl se rompió y la anciana con sus artes mágicas devolvió a Mayahuel su aspecto original. Llena de ira, la despedazó y repartió a sus hermanas para que la devoraran, sin embargo, la rama en que se había convertido Quetzacóatl permaneció intacta. Cuando se alejaron, Ehécatl- Quetzacóatl, afligido, recogió los restos de la joven virgen y los enterró en los campos cercanos. De ellos, brotó una hermosa planta de grandes y puntiagudas hojas: el maguey, del que, al
rasparse su tronco fluye un dulce líquido el cual al fermentarse se convierte en octli.
Así fue como, aunque de manera trágica; la misión de ambos dioses fue cumplida.
También alguien comentó de la importancia de los animales, abejas, murciélagos, conejos y el tlacuache porque de acuerdo con Alfredo López Austin, el papel del tlacuache en los mitos de origen es muy importante pues es el encargado de ordenar el tiempo al robarse los flujos fríos y calientes y colocarlos en los cuatro postes que sostienen el universo. Es decir, el tlacuache roba el fuego y el pulque que representan a las fuerzas divinas y los lleva a los rincones de la tierra para poner en marcha la sucesión de las fuerzas celestes y las del inframundo. En el códice Nuttal, quizá, el tlacuache roba la sangre de la diosa para verterla en las cuatro direcciones, y fortalecer a los dioses vencedores en la guerra primordial. Aunque desde luego, no descartamos la posibilidad de un ritual de fertilidad asociado a la tierra y a las siembras”. códice Nuttal lam. 3
Una persona más, sacó una edición especial num. 78 de la revista de Arqueología mexicana de abril de 2018 donde pudimos apreciar algunas otras iconografías y leer que:
“el oficio del sacerdote del dios dos conejo consistía en reunir a 400 jóvenes que simbolizan los 400 conejos hijos de la diosa Mayahuel y ponerlos frente a un tazón de pulque divino frente a tubos de caña (carrizos) de los cuales sólo uno estaba hueco, y los 400 van dando vueltas sobre el tazón danzando y luego se aglomeran por las pajillas y al que le toca el carrizo hueco le dejan tomando el pulque sagrado y los demás se van”. León Portilla (1958, p.89)
Para RZ : Tochtli