Por Mumia Abu-Jamal
Para empezar, deseo agradecer a los integrantes del Grupo de Trabajo de Expertos sobre las Personas de Ascendencia Africana, quienes prepararon y presentaron un escrito de amicus curiae en mi caso, y, por supuesto, a la Delegación de la ONU de Juristas, Abogados y Académicos del Mecanismo Internacional de Expertos Independientes para Promover la Justicia Racial y la Igualdad en la Aplicación de la Ley (EMLER), ahora de visita en Estados Unidos.
Específicamente quiero saludar a los integrantes de la Delegación: a la Jueza Yvonne Mokgoro, anteriormente del Tribunal Constitucional Sudafricano, el Tribunal de Apelaciones de Lesotho, y la Suprema Corte de Namibia; a La Dra. Tracie L. Keesee de la Iniciativa Nacional para Construir Confianza y Justicia Comunitaria, un proyecto del Departamento de Justicia; y al Profesor de Derecho y Derechos Humanos Juan E. Méndez, un experto sobre la tortura.
Empiezo este sencillo mensaje con una pregunta sencilla: ¿Cómo se ve la justicia? Una respuesta simple se podría encontrar grabada en piedra en el edificio de la Suprema Corte de Estados Unidos: Igualdad de Justicia Bajo la Ley. O aún más simple, en la idea de que todas las personas son tratadas por igual ante la ley.
¿Saben ustedes lo que el Juez Albert Sabo pensaba de la justicia? No tendrán que preguntarse durante mucho tiempo. En una audiencia pública en 1996 para determinar Remedios Posteriores a la Convicción (PCRA), Sabo dijo: “La justicia es solo un sentimiento emocional”. Estas palabras no deberían sorprendernos, viniendo de un juez que era miembro vitalicio de la Orden Fraternal de Policía (FOP).
Si la justicia significa tratar a todas las personas por igual ¿qué hay del informe en el año 2000 de Amnistía Internacional? En este documento se enumeran varios dictámenes en los cuales tribunales estatales hicieron caso omiso de sus propios precedentes para negarme un remedio en mi caso.
Si el sistema trata a alguien de manera desigual, ¿cómo llamamos a eso? Por cierto, en mi apelación federal un juez escribió: “No veo ninguna razón por la que este tribunal no deba brindarle a Abu-Jamal la cortesía de nuestros precedentes”. Pero tribunales subsecuentes me los han negado. ¿De qué trata eso?
Últimamente he estado leyendo los escritos de algunos académicos y filósofos. Ellos se refieren a estas prácticas como “un estado de excepción”. Esto significa que algunas leyes se aplican a casi todas las personas – a excepción de aquellas que no reciban este beneficio. Son, pues, las excepciones.
Toda persona tiene derecho a un juicio justo –a excepción de algunas. Toda persona tiene derecho a un jurado imparcial –a excepción de algunas. Toda persona tiene derecho al debido proceso de ley –a excepción de algunas.
Mis hermanos y hermanas llaman esto “la excepción Mumia”. Mi caso existe en un estado de excepción.
Por cierto, cuando después del periodo de Reconstrucción, Estados Unidos ignoró la Constitución para la gente Negra durante 100 años, esto fue un estado masivo de excepción.
Y después de que un juez federal determinara que la pena de muerte era “inconstitucional” en mi caso, yo viví diez años en el pasillo de la muerte bajo una sentencia de muerte inconstitucional, o un estado de excepción.
Ya es hora de abolir todos los estados de excepción.
Les agradezco su atención y su tiempo. Soy Mumia Abu-Jamal.
15 de mayo de 2023.
—(c)’23 maj
Audio grabado por Prison Radio https://www.prisonradio.org/commentary/greetings-to-the-un-delegation/
Circulación por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia en México
***
Escribe una carta a Mumia con letra negra en papel blanco con nombre y dirección de remitente en el sobre.