Cuando hablamos de sábado y domingo en general podemos pensar qué hay de dos sopas, unos que sirven para descansar y luego están los otros, que son fines de semana activos (en estos también cabe la sin categoría de fines de semana activistas), a los primeros me refiero en los qué se nos pasa el día lavando lo de la semana, barriendo y cocinando en un sinfín de tareas inacabables y están los segundos que son fines de semana de militancia política artístico cultural que sirven para proponer otras formas de relacionarnos, hoy voy a comentar brevemente de la Feria Libertaria que sé dió este 5 de diciembre de 2021 en #CasaChiapas, en Toledo 22 y que hoy abrió sus puertas a numerosos talleres infantiles y para todo aquel que se animó a cruzar la puerta y así sensibilizarse en otras formas de vivir en comunidad.
El espacio muestra ya lindos murales por diferentes salones, un espacio que vivió sus peores horas de burocracia siendo utilizado para un Estado represor, y que ahora en la alcaldía Cuauhtémoc luce muy diferente, se ha vuelto llena de vida y alegría, este fin de semana decenas de activistas y algunos vecinos la visitaron y tomaron talleres de acceso liberado con sus hijos, se vendió buena miel y café de comunidades zapatistas, se regalaron talleres de cerámica, se reflexionó contra la violencia cotidiana y los niños felices pintaron murales en interiores.
Esta casa con cada pincelada que le han dado ha ido curando su rancio recuerdo y ahora parece sonreír y agradece el pasar de haber sido una casa semi abandonada a una que ahora muestra espacios coloridos y donde las actividades crean espacios de reflexión, esto se logra gracias al esfuerzo de quienes voluntariamente ofrecen sus conocimientos y si nos ponemos un lente académico, bien podemos asegurar que se crean Zonas de Desarrollo Próximo, como diría Leif Vigotsky allá por inicio del siglo XX, este psicólogo social denominaría así a experiencias de aprendizajes colectivos en espacios donde se vive un tipo de liderazgo rotativo (alguien que sabe un oficio comparte sus saberes para luego volverse aprendiz de otro taller).
En estos lugares las y los compañeros llegamos automotivados, en parte por los aprendizajes a compartir, pero también por la parte emotiva que implica el encuentro para saludarnos entre personas con quienes hemos compartido muchas aventuras en diferentes contextos, nosotrxs sabemos que aunque a veces no nos encontremos presencial mente no cesaremos en buscar nuevas formas de construir comunidad.
Aquí se dan talleres de radio, mientras un grupo prepara su violín y otros instrumentos, hay muchos detalles que me gustaría describir, por ejemplo en la entrada regalan un delicioso postre de cacao que se comparte sin costo, ese bocado te cambia el sabor de boca, de venir de la cruda ciudad sirve para endulzar el día, del otro lado de una pared escucho muchas risas, me acerco al taller infantil de jabones y escucho que le dicen a un niño, -toda esa glicerina es para ti. puedes agotarla si lo deseas, es tu elección pero también te comentamos que si dejas un poco otro niño o niña podrá aprender lo mismo que tú- y escucho que el niño responde – pondré atención para aprender con el primero y así el que sigue podrá equivocarse si no le sale luego luego- para describir este momento con una metáfora finalmente diré que mi corazón siente que se enciende una llamita por dentro, es la flama de la autonomía y la autogestión que baila feliz pues sabe que el fuego de la comunidad auténtica hoy otra vez se ha compartido.
Este espacio al menos para mí pasó de ser un lugar de resistencia desconocido a ser uno más de los que estaremos pendientes y que forman una red de cientos de personas que nunca hemos dejado de creer en la pedagogía libertaria.
por Tochtli para Radio Zapote.