Comunicado de la Sala de Operaciones Conjuntas de las Facciones de la Resistencia Palestina a un año de la inundación de Al Aqsa

En el nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso,

“Se permite a quienes son combatidos combatir, porque han sido tratados injustamente.
Y, en verdad, Dios es capaz de darles la victoria”.

A un año después de la inundación de Al Aqsa: la resistencia está unida y triunfará

Oh gran pueblo palestino… Oh masas de nuestras naciones árabes e islámicas:

Ha transcurrido un año desde el inicio de la Batalla de Al-Aqsa, que se inició en la Franja de Gaza el 7 de octubre y cuyo impacto ha llegado a todos los rincones de la Tierra. Los pueblos libres del mundo se levantaron, resistiendo cada uno como pudo; algunos apoyaron la resistencia de nuestro pueblo con las armas y el combate, mientras que otros protestaron, se manifestaron y brindaron apoyo político, que es lo mínimo que podían hacer.

El cruce del 7 de octubre y lo que siguió fueron un momento decisivo en la lucha de nuestro pueblo y nuestra nación. Quedará registrado en la historia como un punto de inflexión que empañó la imagen de la entidad usurpadora y destruyó para siempre la teoría de la disuasión que había tratado de imponer desde su creación. Este acontecimiento abrió la puerta a la resistencia libre de la Nación Islámica para unirse a los combatientes palestinos como un paso hacia la liberación de Palestina a manos de los libres.

La ocupación y su arrogante dirigente quedaron conmocionados por la inundación de Al-Aqsa. ¿Cómo pudo un pueblo asediado con medios limitados, confinado en una pequeña zona sin recursos para la resistencia, poner de rodillas a una entidad bien armada? Aplastaron a la División de Gaza [de las FDI] , considerada la más fuerte del ejército enemigo, la más disciplinada y vigilante. Este golpe inesperado conmocionó a la dirigencia de la ocupación, a su aparato de seguridad y a su ejército. Hay mucho más que el enemigo puede presenciar en términos de consecuencias estratégicas en los próximos días, meses y años, con la voluntad de Allah.

La ira de nuestro pueblo y la furia de la resistencia alcanzaron su punto álgido el 7 de octubre del año pasado, con la escalada de la agresión contra Al-Aqsa , los rápidos pasos para profanarla y dividirla, tanto temporal como espacialmente, y las acciones sin precedentes para preparar su demolición para construir el supuesto templo, todo ello mientras el mundo permanecía en silencio. Mientras tanto, en las cárceles de la ocupación, los crímenes contra los presos alcanzaron niveles intolerables bajo las medidas del fascista extremista Ben Gvir. La Franja de Gaza, asfixiada bajo el asedio y condenada a una muerte lenta, y Cisjordania, donde la anexión y la expansión de los asentamientos se aceleraban, añadieron leña al fuego de la explosión de la resistencia de nuestro pueblo, que luchó contra sus opresores con todo lo que pudo, sabiendo que el precio de la libertad es muy alto.

La unidad de los combatientes en el campo de batalla durante el año pasado, mediante un combate incansable y una defensa heroica contra la agresión, ha sido notable. Ha añadido fuerza a todas las fuerzas de la resistencia, que se apoyaron entre sí con información, armas, hombres y combate, permaneciendo hombro con hombro, infligiendo grandes pérdidas a los soldados y vehículos del enemigo. Colocaron trampas en cada calle, barrio y callejón, enviando un mensaje claro al enemigo: nuestro pueblo y nuestras facciones están unidos en la adopción de la resistencia como el destino de todos los pueblos ocupados y su derecho sagrado. Estos combatientes son los hijos de nuestro gran pueblo, nuestras familias desinteresadas, nuestros clanes firmes y nuestras ciudades y aldeas orgullosas . Sin el apoyo de nuestro pueblo a sus combatientes y héroes, sin la firmeza de nuestro pueblo frente a una agresión y un genocidio sin precedentes, y sin su rechazo a los planes de desplazamiento, los combatientes no habrían podido resistir la abrumadora fuerza militar del enemigo.

El enemigo, fracasando en el campo de batalla e incapaz de lograr ninguno de sus objetivos de guerra, recurrió a librar una guerra genocida contra civiles, matando a decenas de miles de mártires e hiriendo a muchos más, destruyendo hogares, árboles e infraestructuras, atacando refugios y centros médicos, sin mostrar ningún respeto por ninguna de las santidades, todo ello con la esperanza de doblegar a nuestro pueblo o distanciarlo de la resistencia. Sin embargo, contrariamente a lo que esperaba la ocupación, vimos a nuestro pueblo apresurarse a unirse a las filas de los combatientes, antes y durante la guerra, para participar en esta sagrada batalla.

Nuestros valientes cisjordanos no dudaron en unirse a este aluvión que hizo temblar los pilares de la ocupación.

Sus valientes combatientes se alzaron contra el ejército de ocupación y sus puestos militares avanzados y bandas de colonos. Ejecutaron heroicas operaciones en Cisjordania y dentro de los territorios ocupados, estableciendo bases fortificadas en varias ciudades y campos palestinos, donde combatientes de la resistencia de todas las facciones colaboraron, desarrollaron sus herramientas y se enfrentaron a las fuerzas de ocupación que pretendían desarraigarlos y castigarlos por su resistencia.

Infligieron grandes pérdidas al enemigo, y siguen preparándose para más. Lo mejor está aún por llegar de los héroes y luchadores de Cisjordania, con la ayuda de Allah.

Oh pueblo de nuestra nación libre,

Es con gran orgullo y honor que somos testigos de cómo los combatientes del Líbano, Yemen e Irak unen sus fuerzas a las de los combatientes de nuestro pueblo, apoyándoles al participar directamente en la batalla, atacando a las fuerzas y bases militares enemigas e infligiéndoles pérdidas. Asimismo, los poderosos ataques llevados a cabo por la República Islámica de Irán contra la entidad sionista anunciaron su solidaridad con nuestro pueblo y su apoyo a la resistencia. Todos estos frentes han sacrificado mártires y han hecho grandes sacrificios en el camino hacia Al-Quds. La sangre de sus combatientes y líderes se ha mezclado con la sangre de nuestro pueblo, líderes y combatientes, afirmando la unidad de propósito, sangre y destino. Palestina no está sola, y esta batalla, que se inició desde Gaza, cambiará la faz de la región, allanando el camino para la liberación de Palestina y la derrota de la ocupación, si Allah quiere.

La dirección de las facciones de la resistencia palestina, representada por la Sala de Operaciones Conjuntas, permanece unida en su decisión y visión. Hemos librado todas las etapas de esta batalla como uno solo, llevando a cabo negociaciones indirectas durante meses con un enfoque unificado y consensuado, y seguiremos así en lealtad a la sangre de los mártires, al sufrimiento de los afligidos, los desplazados y los prisioneros. Seguiremos defendiendo a nuestro pueblo con toda la fuerza que poseemos, sin abandonar nunca nuestro deber. Seguimos comprometidos a detener el derramamiento de sangre, pero no a expensas de los derechos legítimos de nuestro pueblo.

Oh pueblo de Palestina, ustedes merecen mucho. Hemos resistido juntos, hemos ofrecido mártires juntos, y superaremos esta dura prueba juntos. Reconstruiremos juntos lo que la ocupación ha destruido porque ustedes son parte nuestra y nosotros somos parte de ustedes. La sangre de los líderes y combatientes que se ha derramado es un sacrificio para ustedes, y forman parte de sus propios sacrificios. Esten seguros de que Allah no dejará que estos sacrificios sean en vano, sino que darán frutos de bondad y victoria para nuestro pueblo y nuestra nación, aunque lleve tiempo.

Misericordia y eternidad para nuestros justos mártires… Libertad para nuestros heroicos prisioneros… Recuperación para los heridos y lesionados… Y libertad para nuestro gran pueblo.

Allah es el Más Grande, y la victoria pertenece a la resistencia.

La Sala de Operaciones Conjuntas de las Facciones de la Resistencia Palestina
7 de Octubre de 2024